En la actualidad podemos observar que cuando llega un producto del exterior se
le da más importancia que a un producto artesanal nacional, sabiendo que por el tiempo de trabajo que lleva tiene mejor calidad.
Otro ejemplo más cercano a nosotros es el caso de la exclusión de jóvenes en los boliches, ya sea por su
forma de vestir, religión, color de piel, nacionalidad, etcétera.
Nuestra opinión es que esa división no tendría que seguir ya
que no llegamos a ningún lugar despreciando
nuestra cultura e historia.
Tenemos que aprender a respetarnos entre nosotros sin
importan nuestro lugar de origen.
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