El caribe.
En Buenos
aires, vivía muy unidamente con su madre viuda, Pablo, un joven de unos 20 años
que estudiaba medicina, él era muy aplicado y atento.
Su madre pagaba sus estudios con el alquiler de un pedazo de la casa, vivía aquí otro joven, amigo de pablo, llamado José, que trabajaba en una agencia de viajes.
Últimamente pablo había tenido que estudiar muchísimo para sus pruebas y por eso se lo veía exhausto y nervioso, pero era verano y se le acercaban a él unas pequeñas vacaciones.
José decide sorprenderlo con un gran regalo, un viaje a El Caribe por una semana.
Pablo eternamente agradecido pasa la mejor semana de su vida, se enamora de las playas, las comidas, la gente, etc.
Pero al volver a Buenos Aires, se lo veía peor que antes, muy enojado y deprimido, él quería volver, pero José no podía regalarle otro viaje.
Decide entonces gastar todos sus ahorros e irse a la isla por un mes.
Allí era otra persona, muy amable, gracioso, espontaneo, siempre contento.
Se acabó el mes y volvió a la provincia.
Aquí, nada podía hacerlo reír, el solo quería volver a visitar ese clima cálido y esos paisajes hermosos.
Se encontraba muy derrotado y deprimido entonces decide robarle el dinero que su madre había estado ahorrando para sus estudios y vuelve al caribe.
Su madre entonces llama a la policía.
Allí la policía lo arresta y Pablo termino viviendo en una cárcel, deseando pero nunca más volviendo al caribe.
Su madre pagaba sus estudios con el alquiler de un pedazo de la casa, vivía aquí otro joven, amigo de pablo, llamado José, que trabajaba en una agencia de viajes.
Últimamente pablo había tenido que estudiar muchísimo para sus pruebas y por eso se lo veía exhausto y nervioso, pero era verano y se le acercaban a él unas pequeñas vacaciones.
José decide sorprenderlo con un gran regalo, un viaje a El Caribe por una semana.
Pablo eternamente agradecido pasa la mejor semana de su vida, se enamora de las playas, las comidas, la gente, etc.
Pero al volver a Buenos Aires, se lo veía peor que antes, muy enojado y deprimido, él quería volver, pero José no podía regalarle otro viaje.
Decide entonces gastar todos sus ahorros e irse a la isla por un mes.
Allí era otra persona, muy amable, gracioso, espontaneo, siempre contento.
Se acabó el mes y volvió a la provincia.
Aquí, nada podía hacerlo reír, el solo quería volver a visitar ese clima cálido y esos paisajes hermosos.
Se encontraba muy derrotado y deprimido entonces decide robarle el dinero que su madre había estado ahorrando para sus estudios y vuelve al caribe.
Su madre entonces llama a la policía.
Allí la policía lo arresta y Pablo termino viviendo en una cárcel, deseando pero nunca más volviendo al caribe.
Sviezzi y Duin
Un cuento violento.
Se acercaba navidad y Ezequiel, un niño de unos 8 años, un
tanto mal criado, pidió de regalo, un gatito.
La noche llego y el abrió muchos regalos, entre ellos, ropa, juegos, juguetes etc. Pero ninguno le gustó tanto como la hermosa gatita kati, así la llamo, sus ojos verdes y su pelo gris oscuro la hacían ver muy elegante.
Ezequiel se enamoró de ella, la llevaba a todos lados, la acariciaba, peinaba y bañaba todos los días, cosa que a ella no le gustaba mucho, pero él decía sin importarle mucho, decía que ya se acostumbraría.
Su madre muchas veces lo reto porque veía en el niño una actitud autoritaria, no dejaba vivir a ese animal tranquilo, siempre estaba ‘jugando’ con ella, pero la cosa se ponía brusca y él se violentaba, en otras ocasiones cuando ella se iba a pasear, o incluso cuando se dejaba acariciar por otra persona él se ponía tan furioso que se encerraba en su cuarto por horas.
Un día el niño jugando con ella, se sentó sobre su cola, ella reacciono con un maullido muy fuerte y un arañazo en la cara del niño, a lo cual, este se enojó y la golpeo tan fuerte que el felino dejo de respirar.
Acude corriendo rápidamente a su madre con el animal sobre sus brazos, agitado, asustado y con los ojos llenos de lágrimas, pero ya era tarde.
Esa misma noche enterraron su cuerpo muy lejos de su casa.
La noche llego y el abrió muchos regalos, entre ellos, ropa, juegos, juguetes etc. Pero ninguno le gustó tanto como la hermosa gatita kati, así la llamo, sus ojos verdes y su pelo gris oscuro la hacían ver muy elegante.
Ezequiel se enamoró de ella, la llevaba a todos lados, la acariciaba, peinaba y bañaba todos los días, cosa que a ella no le gustaba mucho, pero él decía sin importarle mucho, decía que ya se acostumbraría.
Su madre muchas veces lo reto porque veía en el niño una actitud autoritaria, no dejaba vivir a ese animal tranquilo, siempre estaba ‘jugando’ con ella, pero la cosa se ponía brusca y él se violentaba, en otras ocasiones cuando ella se iba a pasear, o incluso cuando se dejaba acariciar por otra persona él se ponía tan furioso que se encerraba en su cuarto por horas.
Un día el niño jugando con ella, se sentó sobre su cola, ella reacciono con un maullido muy fuerte y un arañazo en la cara del niño, a lo cual, este se enojó y la golpeo tan fuerte que el felino dejo de respirar.
Acude corriendo rápidamente a su madre con el animal sobre sus brazos, agitado, asustado y con los ojos llenos de lágrimas, pero ya era tarde.
Esa misma noche enterraron su cuerpo muy lejos de su casa.
Sviezzi y Duin
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